domingo, 17 de mayo de 2009

la crema

Una crema de tomates en sobre.
Una botella plástica de agua mineral.
Un dosificador de ozono activado en una llave de agua de pozo.
Un cálculo mal hecho, acompañado de nula motricidad fina.
El hombrecillo vierte el H20 en la olla de acero inoxidable.
Saca un reloj con forma de gallina y programa su campanilla para 10 minutos más.
Un llamado telefónico hace que los grumos se acumulen en la olla.
El tiempo pasa veloz sin que el lector sepa lo que el protagonista habló por teléfono.
La gallina expelió el sonido de campana, como de colegio con nombre de avión.
El hombrecillo ya salió del colegio, la sopa burbujea.

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