sábado, 20 de febrero de 2010

Reflexiones pendientes

Para una meditación de la Conquista
Sergio Villalobos
Editorial Universitaria, 2006 (15° edición)
140 páginas


Hace una semana terminé, acostado en la parte posterior de un auto ajeno, el libro Para una meditación de la Conquista del historiador chileno Sergio Villalobos. El texto es un breve y ágil repaso por los distintos aspectos del período de Conquista desde el arribo de Pedro de Valdivia en 1541 haste la batalla de Curalaba en 1598 (desastre para los españoles).

Villalobos escribió esta entrega en 1972, durante su estadía en la Universidad de Cambridge. Lo interesante de este estudio es que el autor entrega una mirada panorámica, partiendo de la idea de un lector básicamente instruido en el período, de estos años que forjaron lo que sucedería posteriormente en la Colonia desde la rudimentaria fundación de la ciudad hasta la dominación de los indígenas de la zona central. La frontera estuvo claramente demarcada por los araucanos, el río Bío Bío.

El texto permite conocer, además, interesantes aspectos de la vida cotidiana como los orígenes de los españoles que poblaron Chile, sus costumbres alimenticias, sexuales (recuerda los 50 hijos huachos que dejó un fértil conquistador) y religiosas.

Llaman particularmente la atención dos personajes analizados hacia el fin del libro. La figura de Alonso de Ercilla como un hombre más bien frustrado que sólo es recordado por haber escrito La Araucana, como también la imagen de Pedro de Oña con la autoría de Arauco Domado. Este texto fue escrito a pedido del gobernador García Hurtado de Mendoza, quien sólo figuraba en la obra de Ercilla como un "mozo capitán acelerado".

Villalobos cita parte de la obra de Arauco Domado que sorprende por la descripción del famoso baño de Caupolicán y Fresia:

Es el cabello liso y ondeado,
su frente, cuello y mano son de nieve,
su boca de rubí, graciosa y breve,
la vista garza, el pecho relevado
Su tierno, y albo pie par la verdura
al blanco cisne vence en la blancura.


Comenzaba así la eterna confusión sobre lo que era y quienes componían Chile.



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